Con solo un curso introductorio en ciencias, es fácil pensar que los científicos siguen estrictamente el método científico. Y cuando se presenta una sorpresa, el libro titulado "Método científico 101" a menudo se tira a la basura. En resumen, la ciencia necesita, y tal vez prospera, con una estúpida suerte.
Toma cualquier misión científica. A menudo diseñada para hacer una cosa, una misión tiende a abrir una ventana notable a algo inesperado. Ahora, el telescopio espacial Kepler de la NASA, diseñado para buscar planetas en nuestra propia galaxia, ha ayudado a medir un objeto mucho más distante y masivo que cualquiera de sus planetas detectados: un agujero negro.
KA1858 + 4850 es una galaxia Seyfert con un agujero negro supermasivo activo que se alimenta de gas cercano. Se encuentra entre las constelaciones de Cygnus y Lyra a aproximadamente 100 millones de años luz de distancia.
En 2012, Kepler proporcionó una curva de luz altamente precisa de la galaxia. Pero el equipo, dirigido por Liuyi Pei de la Universidad de California, Irvine, también se basó en observaciones terrestres para complementar los datos de Kepler.
El truco es ver cómo varía la luz de la galaxia con el tiempo. La luz emitida por primera vez desde el disco de acreción recorre cierta distancia antes de llegar a una nube de gas, donde es absorbida y reemitida poco tiempo después.
La medición del retraso de tiempo entre los dos puntos de luz emitidos indica el tamaño de la brecha entre el disco de acreción y la nube de gas. Y medir el ancho de la luz emitida por la nube de gas indica la velocidad del gas que se mueve cerca del agujero negro (debido a un efecto conocido como ampliación Doppler). Juntas, estas dos mediciones permiten a los astrónomos determinar la masa del agujero negro supermasivo.
Pei y sus colegas midieron un retraso de aproximadamente 13 días y una velocidad de 770 kilómetros por segundo. Esto les permitió calcular una masa central del agujero negro de aproximadamente 8.06 millones de veces la masa del Sol.
Los resultados han sido publicados en Astrophysical Journal y están disponibles en línea.