Venus es uno de los 5 planetas visibles a simple vista, por lo que se ha visto en el cielo desde tiempos prehistóricos. Después del Sol y la Luna, Venus es el objeto más brillante del cielo, más brillante que cualquier estrella.
Venus es el nombre romano para la diosa griega del amor; Afrodita. Pero hay referencias a Venus desde textos cuneiformes babilónicos, como la tabla Venus de Ammisaduqa que podría ser tan antigua como 1600 a. C. Los antiguos egipcios pensaban que Venus era en realidad dos objetos separados ... una estrella de la mañana, y luego una estrella de la tarde completamente diferente. La tradición continuó con los antiguos griegos, también.
El primer matemático Pitágoras fue uno de los primeros en reconocer que las estrellas de la mañana y la tarde eran en realidad el mismo objeto: Venus. Entonces quizás fue el primero en "descubrir Venus".
La civilización maya tenía a Venus en alta estima, y el planeta figuraba prominentemente en su calendario religioso.
Una vez que construyó su primer telescopio rudimentario, Galileo lo giró hacia Venus, se sorprendió al descubrir que el planeta atraviesa fases como la Luna, que va de la media luna a la gibosa y la llena y luego regresa nuevamente. Esta fue una de las pruebas más sólidas de que Venus gira alrededor del Sol, y no de la Tierra como otros creían originalmente.
Debido a que Venus siempre ha sido oscurecido por nubes espesas, los escritores de ciencia ficción han sido libres de imaginar lo que quisieran que existiera en la superficie de Venus. Las nubes les ayudaron a imaginar un mundo tropical cálido con precipitaciones constantes y vegetación exuberante. La verdad, por supuesto, es que Venus es un mundo infernalmente caluroso, sin vida.