Justo a tiempo para el comienzo de la primavera, el Very Large Telescope de ESO ha capturado esta nueva imagen impresionante de una región de hidrógeno brillante que rodea el cúmulo estelar NGC 371.
Regiones de hidrógeno ionizado como esta, conocidas como regiones HII, están explotando con el nacimiento de nuevas estrellas. NGC 371 se encuentra en nuestra galaxia vecina, la Pequeña Nube de Magallanes. Es un ejemplo de un clúster abierto; todas sus estrellas se originan en la misma región HII difusa, y con el tiempo la mayor parte del hidrógeno se consume por la formación de estrellas, dejando atrás una capa de hidrógeno como la de esta imagen, junto con un grupo de estrellas jóvenes y calientes.
La Pequeña Nube de Magallanes es una galaxia enana a solo 200,000 años luz de distancia, lo que la convierte en una de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea. Contiene estrellas en todas las etapas de su evolución, desde las estrellas jóvenes altamente luminosas que se encuentran en NGC 371 hasta los restos de supernovas de estrellas muertas. Estos jóvenes enérgicos emiten grandes cantidades de radiación ultravioleta que hace que el gas circundante, como el hidrógeno sobrante de su nebulosa principal, se ilumine con un brillo colorido que se extiende por cientos de años luz en todas las direcciones.
Los grupos abiertos son comunes; Existen numerosos ejemplos en nuestra propia Vía Láctea. Sin embargo, NGC 371 es de particular interés debido a la población inesperadamente grande de estrellas variables, estrellas que cambian de brillo con el tiempo. Un tipo particularmente interesante de estrella variable, conocida como estrellas B de pulsación lenta, también se puede utilizar para estudiar el interior de las estrellas a través de la asteroseismología, y varias de ellas se han confirmado en este grupo. La asteroseismología es el estudio de la estructura interna de las estrellas pulsantes al observar las diferentes frecuencias en las que oscilan.
Las estrellas variables juegan un papel fundamental en la astronomía: algunos tipos son invaluables para determinar las distancias a las galaxias lejanas y la edad del Universo.
Los datos para esta imagen fueron seleccionados del archivo de ESO por Manu Mejias como parte de la competencia Hidden Treasures, que invitó al astrónomo aficionado a buscar en los archivos de ESO con la esperanza de encontrar una gema bien escondida. Tres de las imágenes de Mejias llegaron al top 20. Su foto de NGC 371 ocupó el sexto lugar en la competencia.
Fuente: comunicado de prensa de ESO.