Magnetars pueden abrirse y bombardear la Tierra con destellos de rayos gamma, sugiere una nueva teoría

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Tres veces en los últimos 40 años, destellos gigantes de rayos gamma han bombardeado nuestro rincón del espacio. Estas bengalas gigantes no son peligrosas y duran aproximadamente una décima de segundo. Pero están muy fuera de proporción con los rayos de rayos gamma habituales que rebotan en todo el universo. Desde que se detectó la primera de las tres erupciones el 5 de marzo de 1979, los astrónomos han reducido la fuente de estos eventos inusuales: pequeños magnetares, arremetiendo con una enorme energía después de un evento cataclísmico desconocido. Y ahora los astrofísicos tienen una nueva teoría sobre cuáles son esos eventos cataclísmicos.

Los magnetares son un tipo de estrella de neutrones: objetos superdensos que pueden pesar más que nuestro sol, pero son aproximadamente del tamaño de Staten Island. Todas las estrellas de neutrones tienen campos magnéticos intensos, pero, como Live Science ha informado anteriormente, algunas son valores atípicos magnéticos, envueltos en líneas de campo magnético lo suficientemente potentes como para distorsionar su comportamiento. En un nuevo artículo, publicado como borrador en línea el 2 de agosto en el diario de preimpresión arXiv, un equipo de astrónomos españoles argumentan que la inestabilidad en los campos magnéticos podría romper brevemente un magnetar abierto, haciendo que descubra las intensas energías en sus entrañas. (El estudio aún no ha sido revisado por pares).

Para llegar a esa conclusión, los físicos estudiaron las ecuaciones que rigen los campos magnéticos retorcidos alrededor de los magnetares. La mayoría de las veces, esos campos son bastante estables. Pero hay una "rama" de soluciones a las ecuaciones que gobiernan los campos magnéticos en los que las soluciones son inestables. Y esas inestabilidades son catastróficas.

Los campos inestables se corrigieron rápidamente, escribieron los investigadores, dando vueltas hasta encontrar una nueva configuración estable. Descubrieron que ese proceso libera el 30% de la energía total del campo magnético a través de la poderosa corteza rígida de la pequeña estrella, en forma de ondas de energía magnética lo suficientemente altas como para abarcar desde la costa sur de Long Island hasta Connecticut. Esa energía induce una tensión mecánica poderosa en la corteza dura de 1 milla de un magnetar (1 kilómetro).

"Nuestros resultados muestran que para las intensidades típicas del campo magnetar ... es probable que la inestabilidad rompa una gran fracción de la corteza hasta la corteza interna", escribieron los investigadores. "Para los campos magnéticos más grandes, las tensiones inducidas en la corteza son suficientes para destruir toda la corteza".

Y los tres magnetares que han generado destellos gigantes, señalaron, tienen campos magnéticos inusualmente grandes.

Una vez que se abre una corteza magnetar, escribieron, una bola de fuego gigante explotaría a una velocidad "ultrarelatavística", o una fracción significativa de la velocidad de la luz. Todo el proceso tomaría menos de un segundo y desde la Tierra, lo que veríamos es una de esas bengalas gigantes de rayos gamma que los astrónomos han estado detectando desde 1979.

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