Una de las noticias espaciales más importantes de 2006 fue el descubrimiento de Cassini de que el hielo de agua estaba rociando el fondo de la luna Encelado de Saturno. Luego, los investigadores propusieron que este rocío de hielo en realidad está regenerando el anillo E de Saturno.
Esta fue una gran gran noticia, porque significa que probablemente haya agua líquida allí en la superficie de Encelado, y donde sea que encontremos agua líquida en la Tierra, encontramos vida, sin importar cuán fría, caliente, radiactiva, ácida o profunda.
Bueno, un nuevo artículo publicado en la edición del 15 de diciembre de 2006 de la revista Science propone un punto de vista alternativo para los penachos. El problema es que las plumas contienen 10% de dióxido de carbono, nitrógeno y metano. Estos productos químicos no deberían poder mezclarse con agua a las bajas presiones sobre Encelado.
Los investigadores proponen que hay reservorios de clatratos debajo de los polos meridionales de Encelado. Estas son una fase de hielo de nitrógeno y metano que puede ser mucho más fría que el agua líquida. La columna de material está saliendo de estos clatratos, arrojando nitrógeno al espacio, metano, dióxido de carbono y trozos de hielo de agua al espacio. Por lo tanto, no habría charcos de agua líquida ni esperanzas de vida.