Si bien la NASA no tiene ningún plan definitivo para enviar una sonda para estudiar la luna Europa de Júpiter, muchos científicos planetarios consideran que la exploración de esta atractiva luna es una alta prioridad. Sin embargo, la NASA está ayudando a financiar un prototipo de un vehículo autónomo submarino para investigar los lagos cubiertos de hielo aquí en la Tierra, para demostrar si dicho vehículo podría operar en un entorno similar a Europa. La próxima prueba del vehículo tendrá lugar del 12 al 15 de febrero de 2008 en Lake Mendota, en el campus de la Universidad de Wisconsin, Madison.
El explorador antártico robótico debajo del hielo que no perturba el medio ambiente, también conocido como Endurance, nadará sin ataduras debajo del hielo y recopilará datos para crear mapas tridimensionales de entornos submarinos. La sonda también analizará las condiciones en esos entornos y tomará muestras de vida microbiana. Más adelante este año, los investigadores planean enviar la sonda a un lago permanentemente congelado en la Antártida para más operaciones. La sonda es un seguimiento del Deep Phreatic Thermal Explorer, un proyecto financiado por la NASA que completó una serie de pruebas de campo bajo el agua en México en 2007.
"Estamos utilizando ambientes extremos en la Tierra como nuestro laboratorio", dice Peter Doran, profesor asociado de la Universidad de Illinois en Chicago. "Los lagos cubiertos de hielo son buenos análogos a pequeña escala de lo que podríamos encontrar en Europa".
El lago Mendota tiene solo 25 metros de profundidad, mientras que el lago en la Antártida, West Lake Bonney, tiene 40 metros de profundidad. Los científicos creen que el océano de Europa podría tener hasta 100 kilómetros de profundidad.
Los taladros de agua caliente perforarán un agujero para que Endurance entre al agua. Si todo va bien, la sonda se volverá a probar en 2009.
Pero quedan muchos obstáculos antes de que un vehículo submarino pueda dirigirse a Europa. Actualmente, Endurance es demasiado masivo para enviarlo en viajes interplanetarios. Los científicos también tendrán que encontrar una manera de perforar la corteza helada de Europa y bajar el submarino de forma segura a través del hielo.
Y antes de que se envíe una sonda para aterrizar en Europa, muchos científicos creen que una nave espacial en órbita sería la mejor manera de estudiar la luna. El Jet Propulsion Laboratory está trabajando actualmente en un concepto llamado Europa Explorer que entregaría una nave espacial de órbita baja para determinar la presencia (o ausencia) de un océano de agua líquida debajo de la superficie de hielo de Europa. También mapearía la superficie y el subsuelo para futuras exploraciones.
Fuentes de noticias originales: Comunicado de prensa de la NASA, Comunicado de prensa de la Universidad de Washington